jueves, 28 de octubre de 2010

Breve Análisis de los Sueños


El análisis de los sueños y sus causas, realizado por los psicoanalistas, es defectuoso. Ellos sostienen que la causa que crea los sueños radica en los deseos reprimidos del sujeto que sueña. Si esto fuera así, ¿se podrían crear sueños a voluntad mediante la supresión de los deseos? No, no se puede hacer eso.

Dicen también que los deseos estimulan o ayudan a la creación de los sueños, pero no saben qué es lo que proporciona el material con el que se construyen los sueños, ni qué es lo que convierte a los deseos en expresiones concretas, permitiendo al que sueña ver sus propios deseos reprimidos, materializados en expresiones oníricas que aparecen ante sí como si fueran reales. 

Los deseos sólo proporcionan el impulso y la mente crea el sueño a partir de los materiales suministrados por las experiencias producidas durante el estado de vigilia. Las criaturas de los sueños surgen desde el substrato de los Samskaras o impresiones de la mente subconsciente y de la mala digestión.

Taijasa es el que sueña. Es la personalidad del estado de vigilia, la que crea la personalidad en el estado de sueño. La personalidad del estado de sueño existe como el objeto de la personalidad del estado de vigilia y es real en la medida en que lo es la segunda. Los estados de vigilia y de soñar no existen independientemente cada uno por su cuenta como entidades reales. ¿Por qué soñamos?

Se han dado muchas respuestas a esta pregunta.

Los sueños no son sino un reflejo de nuestra experiencia de vigilia en una nueva forma.

El punto de vista médico es que los sueños se deben a algunas perturbaciones o alteraciones orgánicas del cuerpo, pero especialmente en la zona del estómago.

Algunas veces aparecen en los sueños las señales de enfermedades incipientes.

Para Sigmund Freud todos los sueños, sin excepción, son la satisfacción de deseos. Sostiene Freud que el mero estímulo físico no es el responsable de la producción de los sueños, que el mecanismo de los sueños es muy complejo y que los deseos tienen una naturaleza inmoral, que se rebelan contra el yo de la moral, que ejerce un control sobre su apariencia.

Por eso, los deseos aparecen disfrazados para evadirse del censor interno de la moral. Muy pocos sueños presentan los deseos tal como son realmente.

Los sueños son gratificaciones parciales de los deseos, que alivian la tensión mental y así nos permiten disfrutar de reposo. Los sueños son válvulas de seguridad frente a los fuertes impulsos (pulsiones).

Conocerás a tu yo-animal (yo inferior, sede de los instintos) en el sueño. Sin embargo, los objetos que se manifiestan durante el estado de sueño son a menudo similares, en muchos aspectos, a aquellos otros que uno percibe durante su estado de vigilia. Durante el estado de sueño uno habla con los miembros de su familia y sus amigos, come la misma comida, contempla ríos, montañas, automóviles, jardines, calles, océanos, templos; trabaja en la oficina, contesta las preguntas de un examen en el aula y pelea y riñe con algunas personas. Esto muestra que cuando el hombre se queda dormido no abandona las consecuencias de su relación pasada con los objetos existentes en el estado de vigilia.

A la persona que experimenta los tres estados de la consciencia, es decir, Jagrat o estado de vigilia, Svapna o estado de dormido soñando (sueño), y Sushupti o estado de sueño profundo (sin soñar), se la llama Visva en el estado de vigilia, Taijasa en el estado soñando y Prajna en el estado de sueño profundo.

Cuando uno se levanta después de haber dormido, es Visva quien recuerda la experiencia de Prajna durante el sueño profundo y dice: “He dormido profundamente. No recuerdo nada”. Puesto que el recuerdo del disfrute o experiencias durante el estado de sueño profundo no es posible.

Las reacciones ante los sueños varían según la aptitud mental, el temperamento y la dieta de la persona.

Todos los sueños son cuestión de algunos segundos. Durante diez segundos, tú podrás experimentar sueños, en los cuales suceden diversos acontecimientos, que abarcan varios años de la vida. Algunos recuerdan sueños ocasionalmente, mientras que otros los experimentan diariamente. Pero ninguno puede dormir sin tener sueños, con independencia de que al despertar los recuerden o no.

El sol es la fuente y el lugar de reposo temporal de sus rayos. Los rayos se emiten desde el sol y se extienden en todas las direcciones en el momento del amanecer. En el ocaso, ellos entran dentro del sol y se recogen allí y vuelven luego a aparecer con el siguiente amanecer. De forma análoga, el estado de vigilia y de soñar se hacen visibles desde su fuente –el estado de sueño profundo– y vuelven luego a entrar dentro de él, desaparecen y se recogen allí para volver otra vez a seguir su curso.

Cualquier cosa que aparece en el mundo de los sueños es la copia o imagen del mundo del estado de vigilia. No es sólo la copia de los objetos que se han visto, experimentado, o con los que se ha tratado en la vida actual, sino que puede ser la copia de otros objetos vistos, experimentados, o con los que se ha tratado en cualquier vida anterior a la de este mundo actual. Por lo tanto, no se puede decir que el mundo de los sueños sea independiente del mundo del estado de vigilia.

Los objetos que se ven en el estado de vigilia, se ven siempre fuera del cuerpo, son por lo tanto externos al sujeto que sueña, mientras que el mundo de los sueños es siempre interno al que sueña. Esa es la única diferencia entre ellos.

Durante el estado de soñar, la totalidad del mundo de vigilia desaparece en el estado de sueño, por ello, no es posible encontrar los rasgos diferenciadores que pudieran ayudar al que sueña a distinguir el mundo de vigilia del otro mundo de los sueños.

Algunos científicos y filósofos occidentales elaboraron sus conclusiones en base a las observaciones realizadas de sus experiencias del estado de vigilia. Mientras que los investigadores vedantines utilizan sus experiencias de los tres estados, a saber: la vigilia, el dormir soñando y el sueño profundo y entonces obtienen sus conclusiones. Por lo tanto, son esas últimas conclusiones las más verdaderas, correctas, perfectas, completas e integrales, mientras que las de los otros investigadores son parciales y sesgadas.

Algunos tipos de sonidos externos, tales como los de una campana, el timbre del despertador, los golpes en la puerta o en la pared, el soplido del viento, el golpeteo de la lluvia, el crujido de las hojas, el pitido de una bocina de un coche, el chasquido de una ventana, etc, pueden producir en la mente del que sueña una diversidad de fantasías o imágenes oníricas. Esos sonidos producen sensaciones, que aumentan según el poder de imaginación del que sueña y de la sensibilidad de su mente, causando así sueños muy sofisticados.

Si tocas el pecho del que está soñando con la punta de un alfiler, puede que sueñe entonces que alguien le ha dado un fuerte golpe en su cuerpo o que le han apuñalado con una daga.

El alma individual no sabe que está soñando durante su estado de sueño y no es consciente de sí misma, ya que está limitada por las Gunas de Prakriti. De modo que contempla pasivamente las creaciones de su mente que sueña y que pasan ante él como resultado de los efectos producidos por las impresiones subconscientes (Samskaras) de su estado de vigilia.

Es posible, para una persona que sueña, permanecer consciente durante su estado de sueño, del hecho de que está soñando ¡Aprende a ser testigo de tus propios pensamientos durante el estado de vigilia! Entonces podrás darte cuenta durante el estado de sueño de que estás soñando. Así podrás cambiar, detener o crear independientemente tus propios pensamientos en el estado de sueño. Podrás ser capaz de mantenerte alerta y consciente durante el estado de sueño.

Si los pensamientos durante el estado de vigilia están controlados entonces también podrás controlar los pensamientos en los sueños.

Algunas veces los sueños son muy interesantes y se convierten en hechos ciertos. Pueden predecir acontecimientos venideros. Por ejemplo, un hombre que vivía en Haridwar soñó el día uno de enero de 1947 que él iría a Benarés la noche del tres de enero. Y así sucedió realmente. En otro caso, un oficial del ejército sueña que será destinado a Allahabad. A la mañana siguiente recibe la orden con el nuevo destino. Otro hombre sueña que se encontrará con un accidente de coche el próximo sábado. Y también ocurrió así.

Se puede encontrar destellos de profunda sabiduría a través de la reflexión sobre los sueños. Nadie se ha conocido a sí mismo verdaderamente si antes no ha estudiado sus sueños. El estudio de los sueños muestra cuan misteriosa es nuestra alma. Los sueños nos revelan ese aspecto de nuestra naturaleza que trasciende el conocimiento racional. Cada sueño tiene su significado. Un sueño es como una carta escrita en un lenguaje desconocido.

Muchos enigmas de la vida se solucionan por medio de pistas dejadas en los sueños. Los sueños indican en qué dirección discurre la vida espiritual de una persona. De esa forma se puede recibir consejo adecuado para la autocorrección (mejora) personal a través de los sueños. Uno puede saber cómo actuar en una situación particular gracias a los sueños. Los sueños muestran un camino, desconocido para la consciencia en estado de vigilia. A veces, aparecen sabios y santos en los sueños durante los tiempos difíciles, y señalan el camino adecuado.

Los vedantines estudian muy profunda y cuidadosamente los estados de sueño y de sueño profundo y demuestran con la lógica que el estado de vigilia es tan irreal como el estado de dormir soñando. Ellos declaran que la única diferencia entre los dos estados consiste en que el estado de vigilia es un largo sueño, Deergha Svapna.

Mientras que la persona dormida está soñando, los objetos del sueño son reales. Cuando se despierta, el mundo de los sueños se vuelve entonces falso. Cuando uno alcanza la iluminación o el conocimiento de Brahman, este mundo percibido durante el estado de vigilia llega a ser tan irreal como el mundo de los sueños.

La auténtica verdad es que nadie duerme, sueña o se despierta, por que no existe realidad esencial en estos estados.

Trascended los tres estados y descansad en el cuarto estado, Turiya, el estado de la eterna dicha absoluta de Brahman, Satchidananda Svaroopa.


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